Adolezco de un mal difícil de explicar. Todo el tiempo pienso en cómo ser eficaz ejecutivamente. Hacer y además hacer bien. Pero tengo una enorme capacidad para quedarme en la preparación del hacer. En crear las "condiciones propicias para", que nunca están a punto para la acción, justamente.
Estar en Buenos Aires te hace percibir con incómoda claridad que estamos en las fauces de un monstruo malo y un poco estúpido, pero definitivamente grande. A la manera del gigante marino de "El increíble castillo vagabundo", horroroso a fuerza de tragarse tanta basura (imaginen al del Riachuelo y la foto se hace espeluznante...).
http://espacioriachuelo.org.ar/galeria/pictures/110716.JPG
La derecha de toda la vida, la mía y la de las que me unen a las generaciones que llegan a la Revolución de 1810, está rejuntando sus fuerzas. Fuerzas amorfas y soberbias todavía como para levantarse en coloso indestructible, pero con un poder que ni el más alunado puede negar.No es una interpretación de los medios. En cualquier calle y con un "anali" de asfalto y hollín, la culpa la tiene Cristina. El kilo de arroz está a 7 pesos, y es culpa de Cristina. La gripe A será pandemia pero si está acá y crece también es culpa de Cristina.
Y si en esta misma vereda y a la vuelta de la esquina, cualquiera te dice que la culpa y toda la plata afanada son de Cristina, todos los titulares todos de Clarín, la Nación, e innúmeros medios disputan los premios semióticos de darle una vuelta más al discurso para que nada deje de ser... culpa de Cristina!
No obstante hay gente que impresiona por el peso de su prestigio como todos los que integran el Espacio Carta Abierta, intentando la tarea de alumbrar el camino.
Y el camino que no debe cerrarse es el que recorre y pretende seguir recorriendo Cristina. De lo cual no debiera quedar dudas ni bien se repasa el prontuario nominal de los que están en la entelequia opositiva...!
Pero vivimos en ESTA sociedad, la que engendra diariamente los "mitos de la historia argentina" y no a fuerza de sapiencia precisamente. Esto mismo que escribo es la contradicción que me carcome. ¿Quién entiende mis vericuetos estilísticos?
Yo que sufro por la gesta siempre en ciernes de hacer entender a todos, ni puedo transmitir sencillamente lo que sufro...
Estuve en la Asamblea del Parque Lezama de Carta Abierta, el sábado 18 de julio. Y qué emoción escuchar tantas "lucideces", que de todas maneras todavía están en la etapa "analizar el pos 28 de junio" sin que nadie tenga muy en claro cuáles son las reales y efectivas acciones a tomar para sostener, defender, hacer conocer, ampliar, etc. este modelo de país, nunca bien del todo explicitado.
¿Cómo hacer para que la "mucha sesera" que había en la plaza y caracteriza tan opíparamente a quienes integran Carta Abierta salte la brecha del entendimiento de los que hacen de Marcelo Tinelli o Mirtha Legrand los gurúes profesionales del oráculo mediático que RIGE nuestras vidas?
Ahí está la verdadera deuda social. ¿Cómo es posible no saber explicar que lo que se hace es para cambiar el destino de exclusión que padecen todavía tantos argentinos?
¿Cómo es posible que los supuestos beneficiarios de esa acción sean la "peonada" de choque de los mismos reyes y alfiles de siempre?
¿Todo por no saber explicar...?
¿Cómo se salva la hondura de la erudición para llegar a las playas del solo quiero que me dejen tranquilo?
¿Alguien me explica?
Yo, ¿me explico?
0 comentarios:
Publicar un comentario