martes, 15 de enero de 2008

Detalle

Doblemente breve

un detalle

una rispidez visual

ella es una palabra olvidada

en un poema que no debería existir

Juez y parte

Juez y parte

de esta noche

que espeja una galaxia

atravesada y extendida

por tus párpados

de estaño

opino:

es un furor de abril tu soledad

calles breves

reiterándose en tus pies

de libre invierno

calles como en andas

de tus soberanos tiempos

Pero es tu soledad

el tema del breviario

Soledad de marras

citándose a la vuelta de cada madrugada

ardorosa soledad diseccionada

colgando de los vastos

enormes

telones del encierro crujiente

de tu cama

ya no una soledad

una andanada

de vacíos adheridos a tu carne

una repetición constante

una cerrazón temprana

de tus poros arrojados al desgaire

Pero es TU soledad

un patrimonio en clave

un cerco áspero

que invoca un código de sol

para acabar

Y te pregunto:

¿existirá?

Perdón...

Quizá es el frío

quizá es la tarde

quizá un furor de abril

quizá la mala costumbre

de ser juez y parte

No florecimos



La luz anclaba sus jirones

en los bordes

rebelados de tu boca

te excedía un océano

de parálisis

y nos ahogamos

yo en la curva

maniatada de tu lágrima

esa rabiosa desconocida

que me alejaba

al rincón de todos los oscuros

y los nadies

vos en mi cobarde observación

de angustias que se clavan

en las tierras

de mi errante sed de almas

No florecimos

Y desde entonces

arrastro mis ojos arados

tras la semilla de tu llanto

que dejé llevar al indolente

opaco, inoportuno,

indiferente

terreno de los rostros olvidados

Palabra


Es esta palabra

trastabillada

en los mares

la que fluctúa

plena de hipnosis

en la barcaza de mi palma

Disparada desde la nada

me ha herido

irreversible

una palabra

una sola

ladina, disfrazada

carcajea, se arrebola

ay... cuando se planta y satiriza

lustrosa por el zaguán

en el que apenas sopla la memoria

es ella la que manda

crepita entre mis dedos

la malvada

se hace ignorar

corre, desenvuelta en mi ardid

entonces habla

Mentira...! me susurra

y a veces canta

es esta palabra no una melodía

ni la lluvia acariciándome las uñas

ni este ta-ta-tam

donde redobla y se cae la tarde

todo eso no es nada

Ni imaginan la pirueta

en que ese ardor me asalta

es que es ella

la mismísima

la palabra.

huecos y huesos


Me quiebro

tengo los dedos mojados

helados, inquietos,

desiertos

Me tiemblo

de no respirarte

beberte, arrastrarte conmigo a palmas abiertas

sobre mi cuerpo de huecos y huesos

y besos

abriendo en tu boca

mi desbocada conciencia

mis labios doblados

resecos, quemados

pegados al tobogán de tu sal

Me caigo, me quiebro

me tiemblo

me pierdo

me sepulto en tu agua

Voz, manos, pies

identidad de cemento

Te peso y levito

Y adios

abandonar un gemido en tus nalgas

Y borrar hasta mi olor de tu sombra

Dejar de existir

para ver abarrotada la oscuridad con tus piernas

para verte morder la noche espesa

en el desamparo del límite

en la acre soledad de la espera

-me seguirás la huella si acaso respiro

mientras dibujo un trazo de sabor en tu espalda-

Me abro me incendio

me derramo de hambre sediento

vuelvo

te arraso desciendo me escapo

me resbalo en tu alma

me caigo me pierdo me quiebro

me tiemblo

tu inmensidad me estalla

Me muero un milenio

-Nada-

Alrededor

ni siquiera se ha movido de lugar

la madrugada.

Inconclusa

Inconclusa fantasía yace al borde

de esta ciudad despareja

fuera de foco

Tu perfil de agua escondido en mi ignorancia bloquea una avenida

te vas

y solo me quedan estos ojos para envolverte